“UN PROFESIONAL SIN UNA COMPETENCIA LINGÜÍSTICA DE NIVEL, NO PODRÁ ACCEDER A UNIVERSOS SUPERIORES DE DESEMPEÑO”
El título de esta nota, surge producto de una pregunta que se me hiciera en una entrevista de prensa, hace algunos años y, hoy, al recordarlo, mi pensamiento se retrotrae en el tiempo y descubre que los conceptos que implica, el significado que encierra, contiene, hoy, una realidad tremendamente vigente y constata la necesidad urgente de contribuir a proporcionar a los estudiantes del sistema escolar, en todos sus niveles, a través de políticas públicas, que propendan a un mejoramiento de la competencia lingüística, de modo que posibilite una mayor competencia comunicativa entre los usuarios de la lengua.
El problema es que, al poseer una competencia exigua en el saber idiomático, que forma parte de la competencia lingüística, el hablante, en general, emplea registros léxicos de bajo nivel, sin considerar los diferentes contextos de situación en que se verifica el acto de habla. Esto dice relación con la escasez de vocabulario que posee y con el no reconocimiento estilístico de los contextos de situación comunicativos formal e informal, en que se produce un acto comunicativo.
La escasez de palabras dificulta el pensamiento reflexivo, creativo, analítico, crítico. Esto porque al hablar de palabras, hablamos de conceptos, de significados, de ideas y si se posee una pobreza léxica, se tiene un exiguo conjunto de conceptualizaciones y, por ello, se tiene una escasa competencia comunicativa, esto es, comprender y producir textos. Comprender e identificar información en textos expositivos y argumentativos (comprensión lectora) habilidad que será deficitaria, sin la competencia lingüística que se aprecia y ni pensar en otras destrezas como la deducción y la inferencia. Producir textos implica seleccionar y combinar signos lingüísticos para elaborar los mensajes orales o escritos que se quieran expresar, por tanto, resulta indispensable poseer un lexicón previo, memorístico de nivel, para tener de dónde elegir, según el contexto de situación comunicativo de que se trate.
En el contexto escolar, sin importar el nivel educacional en el que se desarrolle la actividad de enseñar la lengua materna, lo único que debe ocupar al Profesor de Lenguaje, para desarrollar esta labor, no es el carácter más o menos complejo de lo que se enseñe, sino que son las necesidades de los estudiantes, que dice estricta relación con el nivel de competencia lingüística que ostente. Por ello, la propuesta didáctica de los profesores debe tener un objetivo preclaro: “Desarrollar la limitada competencia comunicativa que tienen los estudiantes, por carecer de una competencia lingüística adecuada, particularmente, en el dominio léxico, es decir, potenciar el conocimiento de la lengua, a partir de un trabajo de Lingüística Aplicada, para que ellos adquieran una conciencia lingüística acerca de la importancia de hablar bien y de ser culto”.
Dr. Sigfried Muñoz van Lamoen.